Jesús y Beelzebú 22 Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar. 23 Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será este el Hijo de David?» 24 Pero,… Seguir leyendo →
140 Oh Señor, líbrame de los impíos; protégeme de los violentos, 2 de los que urden en su corazón planes malvados y todos los días fomentan la guerra. 3 Afilan su lengua cual lengua de serpiente; ¡veneno de víbora hay en sus labios! Selah 4 Señor,… Seguir leyendo →
El siervo escogido por Dios 15 Consciente de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron, y él sanó a todos los enfermos, 16 pero les ordenó que no dijeran quién era él. 17 Esto fue para que se cumpliera lo dicho por… Seguir leyendo →
139 Señor, tú me examinas, tú me conoces. 2 Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. 3 Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. 4 No me llega aún la… Seguir leyendo →
Señor del sábado 12 Por aquel tiempo pasaba Jesús por los sembrados en sábado. Sus discípulos tenían hambre, así que comenzaron a arrancar algunas espigas de trigo y comérselas. 2 Al ver esto, los fariseos le dijeron: —¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo… Seguir leyendo →
138 Señor, quiero alabarte de todo corazón, y cantarte salmos delante de los dioses. 2 Quiero inclinarme hacia tu santo templo y alabar tu nombre por tu gran amor y fidelidad. Porque has exaltado tu nombre y tu palabra por sobre todas… Seguir leyendo →
Descanso para los cansados 25 En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. 26 Sí, Padre, porque… Seguir leyendo →
137 Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos, y llorábamos al acordarnos de Sión. 2 En los álamos que había en la ciudad colgábamos nuestras arpas. 3 Allí, los que nos tenían cautivos nos pedían que entonáramos canciones; nuestros opresores nos pedían… Seguir leyendo →
Ayes sobre ciudades no arrepentidas 20 Entonces comenzó Jesús a denunciar a las ciudades en que había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido. 21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en… Seguir leyendo →
136 Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. 2 Den gracias al Dios de dioses; su gran amor perdura para siempre. 3 Den gracias al Señor omnipotente; su gran amor perdura para siempre. 4 Al único que hace… Seguir leyendo →